sábado, 29 de noviembre de 2014

Lluvia de millones en la Universidad de Mainz.


Fue  una visita rápida, día y medio en la Universidad de Johannes Gutenberg, en Mainz, Alemania, hace dos semanas.  Me invitaron a dar un seminario en el grupo de magnetismo, dirigido por un profesor (M. Kläui), que aun no cumple 40 años y ya  tiene a su cargo 40 investigadores.  Me cuenta  que el gobierno alemán ha seleccionado al departamento de Física dentro de un programa de promoción de la excelencia académica y les han concedido 50 millones de euros para los próximos 5 años.  Podrán contratar a 100 estudiantes de doctorado, 6 profesores, y construir un edificio nuevo.  

Pero ojo, que contratar profesores no tiene por qué ser una operación que cueste dinero. Una de sus contrataciones ha sido Jairo Sinova,  que estaba en la universidad de Texas AM.   Este español  ha conseguido un proyecto ERC synergy (en total 9M€, a repartir con otros dos centros académicos) y otro de la fundación Von Humboldt.   Me comentan que, durante los primeros 5 años,  a la Universidad de Mainz le sale "gratis" contratarle, ya que los mencionados proyectos son financiados por entes externos a la universidad.  Con este dinero, Jairo Sinova  está reclutando a 15 personas para formar un grupo de investigación en teoría de la materia condensada.

Me dicen que los sueldos de los profesores son negociables.  Y se negocian, no es una posibilidad quimérica, es un hecho.   A los profesores que contratan les dan el "start-up", concepto que no tiene traducción breve en español: dinero para montar el grupo. Hablamos de un millón de euros. Para hacernos una idea, la figura equivalente en España sería la de Ramón y Cajal y su "start-up" son 15 mil euros. 

A los alemanes este dinero no se lo ha dado la divina providencia.  Algo estarán haciendo ellos.  Los edificios de la universidad son un prodigio de austeridad, algunos directamente feos a rabiar.  Los pasillos no tienen un mal adorno, todo funcional. No sobra una maldita silla.  Durante 9 horas me organizan una agenda para poder hablar con 10 investigadores, más el seminario, y un rato para comer.  En el  comedor de la Universidad, la estructura del edificio está diseñada para que el flujo de personas a través de los mostradores, cajas registradoras, mesas, y sistema de recogida de bandejas funcione como una cadena de montaje.    Funcionalidad, productividad, eficiencia.    Saquemos conclusiones. 

1 comentario:

  1. La diferencia está en cómo los países enfocan la I+D. En un caso se ve como una inversión, en otros como una forma de colocar a amigos, cuñados, colegas, etc. Dejo al criterio del lector a qué país aplicar cada unos de estos supuestos.

    Aún recuerdo el comentario de un rector diciendo que en España no había endogamia en la universidad, donde sí la había era en Harvard, donde se podía contratar al que quisieran sin necesidad de pasar ningn tipo de control.

    Desde mi punto de vista hay una dualidad en este debate:

    - ¿A qué se debe dedicar un investigador en la universidad?
    - ¿Qué criterio debe seguirse para adjudicar la financiación en una universidad? ¿Calidad o número de estudiantes?

    Con respecto a la primera pregunta, la enseñanza siempre se ha visto como algo a soportar si uno quiere estar dentro del sistema universitario. Pocos profesores los hay con vocación de enseñar y se limitan a repetir año tras año lo mismo en las clases para que les suponga el mínimo esfuerzo. Habría que separar muy claramente ambas funciones y formar a los que se vayan a dedicar a dar clases. No podemos ahogar a los que tienen un perfil claramente investigador en dar clases que no quieren (el mal será doble, lo harán mal y sin ganas y los estudiantes podrían no entender la materia). En estos casos, lo que habría que potenciar es la impartición de seminarios y ponencias donde expliquen y pongan al alcance de todos sus investigaciones.

    Un mal que llevamos arrastrando desde hace años en la universidad española es el de la titulitis. Todo hijo de vecino quiere un título universitario...para ir al paro. Por ejemplo, en lugar de potenciar carreras técnicas en FP, nos dedicamos a formar pseudo-ingenieros. A la universidad hay que ir a aprender, no a aprobar exámenes. Esto nos lleva a un sistema en el que se financia en función del número de estudiantes ("a más soldados más general") y no en el de la calidad. No importa que la calidad de la enseñanza sea mala si podemos sacar todos los años a miles de titulados de nuestas universidades.

    Un punto muy acertado en tu entrada es la de como se hace uso del dinero. A nuevo rector nueva decoración del despacho o ponemos el dinero donde realmente es necesario. "Sábete Sancho, que no es un hombre más que otro, si no hace más que otro."

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