jueves, 2 de octubre de 2014

Mi wish-list para los premios Nobel de 2014 en Física y en Química

La semana que viene se concederán los premios Nóbel en Física y en Química correspondientes a la edición de 2014.   Aquí va mi pequeña apuesta,  que no es más que una wish-list.  Advierto al lector despistado que el lenguaje de la entrada de hoy no está diseñado para no expertos.

En Física, mi apuesta es clara. Dado el impacto que está teniendo la investigación en aislantes topológicos, es para mi evidente que Michael Berry,  David Thouless y Duncan Haldane deben llevarse el premio Nobel,  por sus aportaciones revelando el papel central que juega la topología en las propiedades de muchos sistemas físicos, más allá de los aislantes topológicos, que más adelante posíblemente den lugar a otra tanda de premios Nobel (Kane, Zhang).

 El concepto de "fase de Berry" es la piedra angular de todos los desarrollos posteriores en los que el comportamiento de sistemas físicos queda vinculado a propiedades topológicas de las teorías que los describen.    David Thouless, junto con  3 coautores,  fue el primer en proponer que la conductancia Hall de gases de electrones se puede expresar como un invariante topológico, es decir, que es proporcional a un número entero.  Este concepto explica la cuantización de la conductancia Hall en sistemas con efecto Hall cuántico,  un fenómeno que desempeña un papel preponderante en la Física. Nuestra definición del cociente entre el cuadrado de la carga del electrón y la constante de Planck está basada en este efecto.    Por último, Duncan Haldane hizo en los 80 dos aportaciones centrales al campo de las propiedades topológicas de los materiales. Por un lado predijo que cadenas de spin entero y semientero tendría un espectro diferente, basándose en un argumento matemático centrado en el el llamado término topológico en la acción efectiva del sistema.   Por otro lado propuso un modelo matemático  para un material que exhibiría efecto Hall cuántico en presencia de un campo magnético cuyo valor promedio sería nulo. Este modelo fue el precursor del que 20 años más tarde usaron Kane y Mele para describir por primera vez lo que ahora llamamos un aislante topológico.

Y ahora me salgo más todavía de mi campo de  y me mojo con el premio Nobel de Química.  Aquí más que una apuesta es una exigencia de justicia: Jhon B Goodenough debe ser premio Nobel, de Química o de Física, realmente ambos valdrían.  Se lo podrían dar por sus aportaciones en la teoría del magnetismo en óxidos, un tema central en la ciencia del Estado Sólido, pero el asunto adquiere tintes de urgencia histórica cuando consideramos el papel central de su trabajo en la invención y el  desarrollo de las baterías de litio, esa cajita negra  que llevan todos los teléfonos móviles que hemos usado en los últimos años. Me cuentan que con sus más de 90 años sigue trabajando, dirigiendo proyectos,  y publicando artículos en la Universidad de Texas en Austin.  En el caso del profesor Goodenough,  con su índice h de 107, sus 4 papers con más de 1000 citas, incluido uno de 2010 (!!), y sus más de 44 mil citas en total,  tengo para mi que gana más prestigio el premio Nobel al dárselo a él que viceversa.  


No hay comentarios:

Publicar un comentario