viernes, 19 de abril de 2013

Visitando la fábrica de intangibles de IBM

IBM, la conocida multinacional que se ha re-inventado a si misma varias veces en las últimas décadas para poder sobrevivir a la feroz competencia que han traído las sucesivas revoluciones tecnológicas, tiene varios centros de investigación fundamental.  El otro día tuve el inmenso placer de visitar uno de esos laboratorios, en San José,   California.  A 20 minutos de Palo Alto,  Mountain View y Cupertino, sedes de Stanford, Google y Apple,  y coronando una colina rodeada de varias hectáreas de terreno virgen, se erige la sede de IBM-Almaden.   

Fue en lo alto de esa colina donde Stuart Parkin inventó las válvulas de spin, que permitieron a IBM liderar el mercado de discos duros en la década de los 90.   El beneficio económico de lo que hacen sus compañeros de pasillo,   en el laboratorio de al lado, es más difícil de entender,  pero nos enseña una lección importante.  En 3 pequeñas habitaciones con menos de 40 metros cuadrados,  Don Eigler construyó a final de los años 80 un microscopio de efecto túnel (STM) con el que hizo realidad varios de los sueños que Feynman había descrito 30 años antes, en la legendaria charla "There is plenty of room at the bottom".   En aquel laboratorio Don Eigler y sus colegas manipularon los átomos con el STM, y fabricaron los primeros "legos" en los que cada pieza era un átomo.  Aquellas estructuras, denominadas "corrales cuánticos",  contenían electrones   cuyo caracter ondulatorio, predicho por la mecánica cuántica,  quedó retratado por el STM.

Ahora Don Eigler se ha retirado, y el testigo lo ha tomado Andreas Heinrich y su equipo.  Aunque en apariencia siguen haciendo un trabajo muy parecido,  crear minúsculas estructuras de unos pocos átomos, su objetivo es diferente.  Los experimentos de Heinrich permiten entender las reglas del magnetismo a escala atómica. Así, el equipo de Heinrich ha estudiado el magnetismo de un único átomo magnético, y luego el de una pareja, y luego el de un trio, un cuarteto, así hasta 12 átomos.  Los experimentos de Heinrich han revelado la diferente "personalidad magnética" de los átomos. Así,  y de forma sorprendente,  un átomo de hierro no se comporta como un pequeño imán, por culpa de un efecto cuántico conocido como  tuneleo  de spin, y en contraste con  un único átomo de manganeso.    Más interesante todavía,  al poner juntos varios átomos de hierro, formando una cadena,  el tunelaje cuántico desaparece y los átomos de hierro son magnéticos, como ocurre en las estructuras macroscópicas a las que estamos acostumbrados.

Todos estos experimentos se hacen en una cámara de alto vacio, a una temperatura inferior a 270 grados bajo cero, en un equipo que llena una mesa de 4 metros cuadrados.  Definitivamente,  otra cosa de físicos locos que "no vale para nada", como contaba en  otra entrada que le pasa al Boson de Higgs,  nada que puedas vender fácilmente en el super.  Le pregunté a Heinrich cuál era el beneficio económico de IBM haciendo esto, no olvidemos que IBM no es algo público, ni siquiera una  empresa de mamandurrias como la que da empleo a nuestros ex-políticos y miembros de la familia real.  IBM sobrevive en un mercado muy competitivo, ¿para que gastan dinero en estructuras atómicas "intangibles"?.

La respuesta: P.R.   Para nuestros políticos, PR se lee "pi" "ar",  es la sigla de Public Relations.  Política de imagen.  El objetivo de IBM con esta y otras unidades de investigación es obtener publicidad en los medios, como el New York Times,  para promover la imagen de la compañía, vinculándola a éxitos científicos, al concepto de vanguardia tecnológica y la idea de que los empleados de IBM son gente muy inteligente y muy preparada.   Así que,  a nuestros políticos y tomadores de decisiones, cuando se pregunten por qué tienen que seguir inviertiendo en I+D, recuerden esta historia y piensen en la marca España. Y en la marca IBM.


miércoles, 10 de abril de 2013

Invertir en carbón o invertir en carbono

La minería del carbón en España es una actividad ruinosa  que sobrevive exclusivamente por las copiosas subvenciones públicas.  El carbón, que tan caro nos cuesta, se dedica fundamentalmente a la producción de energía térmica,  es decir, se quema para producir electricidad, lo cuál redunda en problemas medioambientales, en especial la  emisión de gases de efecto invernadero.  Además,  el trabajo de los mineros es notoriamente peligroso y son frecuentes los accidentes laborales con resultado de muerte.   A esta actividad  riunosa, tóxica y peligrosa para los trabajadores,  España viene destinando ayudas públicas por valor de más de 320 millones de euros, tal y como se refleja en el Plan Nacional del Carbón 206-2012 .  Este plan es el último, de momento, en una saga que se remonta a los años 80, cuando  había 40 mil mineros. Ahora hay 9 mil. 

 En esta política no estamos solos.  El montante de ayudas al sector hullero en países de la Unión Europea subvencionó ascendió a más de 6000  millones  en 2003 y 2900 millones en 2008. La Unión Europea ha fijado el 2018 como la fecha de caducidad a las ayudas al carbón. Uno se pregunta por qué invertimos, europeos y españoles,  esta cantidad alucinante de dinero en algo ruinoso, tóxico y peligroso en lugar de invertirlo, por ejemplo,  en investigar en fusión, una fuente de energía limpia e inagotable, que consiste en reproducir en un reactor en la tierra las mismas condiciones que se dan en el sol para producir energía.  El coste de la  construcción del ITER, reactor experimental de fusión,  ronda los 15.000 millones de euros, y los gastos de funcionamiento para la duración total del proyecto, los 6000 millones.  La UE pagaría el 38% de todo esto, ya que el ITER es un proyecto conjunto con Japón, USA y Rusia.  Es decir, con lo que gastamos en 2003 en la UE en ayudas al carbón podríamos financiar nuestra parte del ITER, que tiene una probabilidad decente de ser la solución definitiva al problema de abastecimiento energético de la humanidad. 

Afortunadamente, la UE ha apostado también en otro tipo de inversión en carbón, o mejor dicho  en carbono, el átomo con el que está hecho el carbón.  Hace unos meses  la UE decidió apostar por el grafeno en su programa de "buques insignia" (flagships). Así, el programa "Graphene Flagship",  destinará   durante una década 100 millones de euros al año, para toda la UE,  para investigación en grafeno, una variedad de material estríctamente bidimensional hecho íntegramente de átomos de carbono con la que se consiguió en 2005 hacer dispositivos electrónicos que podrían mejorar los que funcionan ahora en nuestros ordenadores, basados en Silicio. Europa tiene una posibilidad decente de liderar esta revolución tecnológica, con el consiguiente beneficio económico.    Otro día hablaré del grafeno, el primer cristal auténticamente bidimensional,  y de sus primos, los dicalcogenuros.   Para hacer boca, recomiendo este divertido video promovido por la graphene flagship.

domingo, 7 de abril de 2013

Vuelva usted dentro de 6 meses.

Queridos candidatos a un contrato Ramón y Cajal, Juan de la Cierva o Torres Quevedo, vuelvan ustedes dentro de 6 meses.   Eso  pone en el BOE  publicado el viernes 5 de Abril de 2013:

"Se amplía de seis a doce meses el plazo máximo de resolución de la convocatoria del año 2012 del procedimiento de concesión de ayudas de los Subprogramas Ramón y Cajal, Juan de la Cierva, Personal Técnico de Apoyo y Torres Quevedo (Resolución de 22 de octubre de 2012, de la Secretaría de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación, «BOE» de 24 de octubre de 2012)."

Seis meses dan para mucho.  En poco más que 6 meses a la expedición de Cristobal Colón le dió tiempo a salir navegando en 3 barquitos de vela desde Palos de la Frontera,  cruzar el Atlántico hasta toparse con lo que hoy son Las Bahamas, bajar a Cuba después, virar a Santo Domingo, y volver a cruzar el Atlántico de vuelta.   En 6 meses a muchos de los Doctores que están esperando a ver si le dan una oportunidad a nuestro sistema científico patrio, que se tambalea por el ring tras varios años de ganchos de izquierda y  de derecha, en forma de recortes y bajadas de sueldo, dirán good bye, au revoirAuf wiedersehn, y se irán a trabajar a los US, a Francia, a Holanda, a Singapur, a Australia, a Finlandia, o a  Chile.   Y allí les recibirán con los brazos abiertos:  el Estado español financia 12 años de educación pre-universitaria, 5 de carrera y 4 doctorado,  en algunos casos 2 años de contrato postdoctoral,   y luego los regala.

Pero volviendo al Programa RC y aledaños, ¿cuál es el motivo del retraso?.... PUES NO. No se trata de falta de presupuesto, dice el BOE:

"Por una parte, la tramitación administrativa e instrucción del procedimiento de este tipo de convocatoria en sus diferentes fases conlleva la aplicación de un gran volumen de recursos humanos y materiales a emplear en su instrucción, a fin de garantizar un procedimiento de selección transparente y objetivo, volumen del que no se dispone en la actualidad."

 Esto del  "gran volumen de recursos humanos" me ha producido una inmensa necesidad de carraspear.  La evaluación de las candidaturas la hacen científicos de nuestras Universidades y centros del CSIC,  cobrando una cantidad de dinero que, prorrateada por horas, sale por debajo del salario mínimo.  Pero es que, de la lectura del BOE,  podría parecer  que a  la Secretaria de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación,  y  al  Director General de Investigación Científica y Técnica, Juan María Vázquez Rojas que firma la pieza,    esto de evaluar los Subprogramas Ramón y Cajal, Juan de la Cierva, Personal Técnico de Apoyo y Torres Quevedo les ha cogido por sorpresa.   

Pero, de ser así, habría que preguntar  cómo puede ser que, habiendo salido  la convocatoria  en Octubre de 2012,  con 10 meses de retraso con respecto al calendario habitual,  nuestros benémeritos altos cargos sean ahora cogidos por el toro metafórico, al que aluden en el BOE:
" Por otro lado, a este tipo de convocatoria se viene presentando un cada vez más elevado número de solicitudes, que amplía las dificultades que conlleva la carencia de recursos humanos y materiales mencionada. Debido a ello, y a pesar de los importantes avances conseguidos en materia de tramitación electrónica, la experiencia histórica de ejercicios anteriores muestra la gran dificultad existente para completar la tramitación del procedimiento de concesión en el plazo máximo establecido en la Ley General de Subvenciones."
 

Puede que el texto del BOE llegue a convencer o apiadar a algun lector desinformado o desprevenido, pero,  si algo bueno tiene ir sumando años,  es que uno desarrolla un cierto olfato para las manipulaciones y las falsedades.    Uno se pregunta cómo es posible que cuando el número de puestos  ofrecidos era mucho mayor, y cuándo las solicitudes del programa RC incluían un proyecto de hasta 10 páginas, estas cosas no pasaban, y en cambio sí ocurre justo en el año en el que la solicitud no incluía ningún proyecto de investigación.  Uno también se pregunta cómo es posible que el estado pueda asignar puestos de investigador por 5 años sin que a los candidatos se les exija un proyecto, pero esto es otro tema, y en ningún caso podría complicar la evaluación.

Como comenté en su momento, atrás quedan los días en los que la Secretaria de Estado  defendía la alegria  y parece en cambio que prevalece el texto de su famosa carta a la  revista Nature.  Lean:   "We need to change the number of researchers by maintaining and improving the quality of the contracts while reducing the quantity. We would have needed to do this anyway: the Spanish R&D system is not large enough to justify paying as many researchers as it currently does."  Pues si quieren reducir el número de contratos,  desesperar a la gente con 16 meses de retraso, 10 en la convocatoria y 6 en la evaluación,  es un método  con una eficacia digna de mejor causa: la causa del sistema científico español y de que España tenga un futuro.   Lo dicho, vuelvan dentro de 6 meses ... o mejor no vuelvan.