sábado, 10 de septiembre de 2016

¿Es rentable el CSIC?



 Jhon Müller,  periodista con el que muy a menudo estoy de acuerdo,  "retwiteó" el otro día la siguiente reflexión de un  señor del que no había oído hablar, Amadeo Petitbó:  "El CSIC pierde millones de euros y no sucede nada. Todo el mundo sigue. Debería ganar dinero con patentes y otros ingresos. Pésima gestión".


Tras un par de tweets de respuesta se me ha hecho evidente que ciertos asuntos no se pueden despachar en 140 caracteres.    Vaya por delante que, como he dejado escrito en este blog  (aquí, aquí  y aquí  ),      opino que   el CSIC puede hacer las cosas mucho mejor.  Pero la cuestión que quiero abordar en esta entrada no es esa.  Lo que quiero rebatir aquí es la afirmación del catedrático Petitbó, "El CSIC pierde millones de euros y no sucede nada. ...Debería ganar dinero con patentes y otros ingresos".    ¿Es rentable el CSIC?. ¿Debería "ganar dinero" ?. ¿Puede ser rentable?. 

Imaginemos que hubiera una forma de gestionar el CSIC tal que, invirtiendo 600 millones al año en su mantenimiento (aproximadamente el presupuesto anual del CSIC, algo así como el de la Universidad Complutense de Madrid), el CSIC produjese 630 millones al año en patentes y "otros ingresos".  El CSIC tendría una rentabilidad anual del 5%, algo parecido a El Corte Inglés.  Para ello, quizá habría que hacer "investigaciones útiles", como propone Petitbó en su tweet del 20 de Agosto.  El CSIC sería rentable, y no otra losa en los presupuestos de los españoles.  El CSIC sería una máquina de hacer dinero.   

Si esto fuera posible, la pregunta es: ¿por qué no se dedican los grandes inversores a construir centros de investigación privados,  que gestionados adecuadamente,   se dedican a obtener dinero fácil  dirigiendo  a los investigadores para que hagan "investigaciones útiles" , y no dedicarse investigar cosas inútiles?.   ¿Por qué no proliferan como setas  centros de investigación privados  rentables?.   Tenemos unos cuantos problemillas prácticos cuya solución podría ser bastante rentable: obtención de energía limpia y barata,  reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, prevención enfermedades cardiovasculares (principal causa de mortalidad en países avanzados),  cura del Alzheimer,   diagnóstico rápido de varias enfermedades letales,  cura de enfermedades mentales varias.  Seguro que si consultan a alguien con una mentalidad más pragmática que la mía, que al fin y al cabo soy físico teórico,  le pueden dar más ideas para hacer "investigaciones útiles". 

¿Y si no fuera tan fácil?.  Y si les dijera que la mayoría de los descubrimientos ocurren por accidente.  Que la investigación que condujo a   muchos de los descubrimientos "útiles", como el Viagra, el Ritalín, el microondas,  o la magnetoresistencia gigante, iban realmente buscando otra cosa.  Que la planificación de los objetivos de investigación tiene una eficacia parecida a la de la planificación de las actividades económicas.   Quizá esto ayude a entender por qué  las inversiones en empresas tecnológicas tiene un altísimo riesgo, dado que la mayoría fracasan,   pero las que no lo hacen generan un negocio enorme.  

Termino con cuatro breves reflexiones: 
1)  La mayoría de los descubrimientos  no vale para nada "rentable", al menos a corto plazo.  Esto es cierto para los grandes descubrimientos que salen en los medios, como el bosón de Higgs o las ondas gravitacionales,  y no digamos para los 6 millones de publicaciones científicas, reportando otros tantos hallazgos, que se publican cada año.   Los investigadores deberíamos hacer un esfuerzo por educar a los periodistas en este aspecto. 

2) Los países que se lo pueden permitir, financian programas de investigación "inútil" (también conocidos como ciencia básica),  ya que  poseer un sistema  de investigación  potente conlleva varias ventajas. Primera,  dicho sistema permite formar gente altamente cualificada,  cuyos conocimientos benefician al sector productivo.  Segunda, es una forma excelente de hacer publicidad. Un país que invierte en ciencia manda el mensaje, a su sociedad y al resto del mundo, de que apuesta decididamente por su futuro, y de que hay personal altamente cualificado en el país, y no únicamente toreros,  camareros y tertulianos.  Tercera,  de vez en cuando,   la investigación "inútil" conduce a descubrimientos que lo cambian todo, como el laser o la energía nuclear.  

3) El CSIC puede y debe hacer muchas cosas para mejorar. Lo mismo es válido para las universidades españolas.  Unos y otros deben hacer un esfuerzo para atraer y retener talento,  tratando de forma excepcional a los investigadores excepcionales, y acabando con el café para todos, sobre todo cuando queda tan poco café.

4) El CSIC nos cuesta cada año el equivalente a la construcción de unos 42 kilómetros de via de alta velocidad.    La explotación de la práctica totalidad de esas vías de alta velocidad se hace a pérdida,  ya que casi ninguna es rentable, debido al bajo número de pasajeros.  Las famosas ayudas a Bankia (19 mil millones de euros) permitirían financiar el CSIC durante 31 años.    Hay tanto dinero público francamente mal gastado que produce irritación, y un poco de vergüenza ajena, que sigan  señalando  al CSIC,  que ya ha sufrido serios recortes que han afectado gravemente su funcionamiento y que han acabado con el contrato de mucha gente, no por su incompetencia, si no por no estar protegidos por un contrato de funcionario, lo que está llevando a que la edad promedio de los empleados del CSIC supere los 50 años.     Esto si que me parece una  "pésima gestión"