martes, 5 de noviembre de 2013

MOOCS, caca de caballo y las Universidades Españolas

Cuenta la leyenda, posiblemente falsa,  que a final del siglo XIX había tal preocupación con la acumulación de excrementos de caballo en las calles de Londres que pronosticaron que, para 1950, sus calles estarían cubiertas por 3 metros de dicho material.  Los debates sobre los problemas derivados por los vehículos de tracción animal que pudieran tener lugar en Londres y otras ciudades a final del siglo XIX iban muy pronto a convertirse en obsoletos por la llegada de una tecnología disruptiva, el motor de combustión.

Puede que la caca de caballo y las universidades españolas tengan algo más en común que su escasa reputación.   Mientras en España continúa el muy aburrido debate sobre su mala financiación,  baja calidad y escaso rendimiento,  en Estados Unidos ha nacido  una tecnología que podría cambiar el escenario de la educación de tal forma que tal debate podría ser  tan relevante dentro de 5 o 10 años como el del problema de los excrementos de caballo.

La tecnología en cuestión son los MOOC,  "Massive On-line Open Course", que en español es algo así como Cursos en línea masivos y abiertos.  Así,  Stanford por un lado, y MIT y Harvard por otro, han impulsado sendos  portales (Coursera, EDX) donde ahora se ofrecen decenas de cursos on-line,  que mparten profesores de las mejores universidades del mundo (además de las citadas, Cornell, Caltech, Rice, etc ). Las clases, en forma de video interactivo,  se han de seguir por internet,  con restricciones temporales mucho menores que un curso convencional: los vídeos están disponibles a partir de una fecha,  y se pueden ver en cualquier momento durante la duración del curso.  Para seguir el desarrollo de un curso, es necesario hacer los "deberes", te los corrigen,  te hacen un examen, y en muchos casos incluso te dan un certificado de participación en el curso.   Todo esto gratis total.

Los cursos son seguidos por miles de estudiantes en todo el mundo.  Por ejemplo, en el curso  de introducción a la programación en Python que acabo de terminar, impartido por dos  profesores de la Universidad de Toronto, un total de 7839 estudiantes hemos obtenido el "statement of accomplishment", es decir, hemos tomado el curso y aprobado.  Un total de 66510 estudiantes se inscribió en el curso y vio el primer video y un total de 8600 hizo el examen final. Para poner estos números en contexto, un profesor que lograse dar el mismo curso y aprobar todos los años a 100 alumnos, necesitaría más de 78  años para conseguir llegar a 7839.  Esto nos da una medida, y no es la única,  del aumento de la productividad  que los MOOCs traen consigo.

Los MOOC tienen todas las trazas de una tecnología disruptiva, es decir, una innovación que convierte a otras en obsoleta.  Los vehículos motorizados hicieron eso con los carros de tracción animal, los ordenadores con las máquinas de escribir, y los DVD con los vídeos.  Comparadas con las 100 mejores del Ranking de Shangai, nuestras Universidades ya desempeñan un papel secundario en el ámbito de la investigación. La irrupción de MOOCS "made in US"  podría además  convertir su actividad docente en irrelevante. ¿Qué sentido tiene seguir los cursos impartidos  con un horario rígido por un profesor de la Universidad de tu pueblo si puedes seguir a un profesor de Stanford a través de un MOOC,   sin necesidad de pasar por clase?.


2 comentarios:

  1. Hola Joaquín,

    Me parece importante el tema que tratas en la entrada, y me sorprende que no se esté discutiendo esto en las universidades españolas. Como siempre vamos a perder otro tren... Los cursos online son importantes para dar publicidad a una universidad, supongo que la idea es que los alumnos querrán estudiar de forma presencial en las universidades que han ganado prestigio a través de los MOOCS. También se pueden usar como material de apoyo en cursos presenciales.



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    1. Hola Diego,

      como yo también estoy fuera, no se si los MOOCS son un tema del que se hable en la univ. españolas. Lo cierto es que el asunto no ha llegado ni a la opinión pública ni a la mayoría de mis colegas, entretenida insultando a Wert. Sobre lo de perder el tren: ya hay cursos en Coursera de universidades mexicanas.

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